miércoles, 23 de septiembre de 2009

CARTAS EN DEFENSA DE LA CIUDAD DE LOS POETAS

Estimado Sr. Neira
Carta remitida a periódico EL PAIS
Madrid, 2 de Setiembre de 1996

Su artículo sabateño tiene cierta gracia, la necesaria para rellenar casi media página del periódico en un último y amodorrado día de Agosto. Sin embargo demuestra una total falta de precaución y seriedad informativa, y sólo pone en evidencia un sistema referencial falto de perspicacia administrativa, pero no proyectiva.
El diseño "del callejero", que usted atribuye a "un urbanista gongorino", es un concepto equívoco, dado que Ud. quiere referirse en realidad a la vinculación entre estructura física urbana y relación con el nomenclator viario y la numeración de portales. Para su mejor comprensión empezaré por aclararle que los responsables de ambos son distintos, y que el segundo depende exclusivamente de la administración local, es decir Ayuntamiento, responsable del Nomenclator Callejero y Numeración de portales.
Aceptado que parte de las quejas de visitantes y proveedores que Ud. glosa son ciertas, debería Ud. haberse informado más a fondo sobre la cuestión, y saber que la mayoría de "...los más viejos del lugar", conocen perfectamente su barrio, y que éste estaba perfectamente señalizado por la propia empresa constructora con carteles/mapa de lectura nocturna del tipo "Ud. se encuentra aquí ahora...", situados en cada esquina pero finalmente perdidos por la falta de conservación municipal. Pero además, debería Ud. haberse informado de lo siguiente:
- El trazado original de la red viaria, principal y secundaria, perfectamente estudiado y conectado con el entorno bajo la teoría de "Malla Hexagonal", era un sistema calculadamente articulado respecto del uso del espacio urbano global y sus distintas funciones, que las sucesivas administraciones con responsabilidad en la gestión urbanística se han encargado de distorsionar en todos su aspectos: Cambiando el sentido del tráfico; no aplicando el concepto de sentido único, como estaba previsto; obligando a ajustes de trazado no planificados e incorporando nuevas calles y enlaces en sucesivas reformas del Plan Parcial original (Calle Antonio Machado y Vía Rápida Sinesio Delgado entre otras), o del desarrollo del entorno suburvial, y en general trastrocando, por desconocimiento y falta de interés de la técnica municipal, el meditado planteamiento orgánico de los prestigiosos (y racionalistas), arquitectos urbanistas autores del proyecto: Don Antonio Perpiña Sebriá, Don Luis Iglesias Martí y Don Carlos De Miguel.
- La Ciudad de los Poetas fue, desde su concepción, planificado como un conjunto residencial que aportaría una estructura urbana distinta para satisfacer las formas de vida comunitaria emergentes en los albores de una mayor tensión por la democratización social y política; unas formas más integradas y enriquecedora, que la técnica municipal también se ha encargado de distorsionar en todos estos años. Desde su concepción, la idea fue justamente nominar todas sus calles, plazas y accidentes urbanos con la recordación de los nombres de los grandes poetas españoles, (conviene no olvidar que la mayoría estaban bajo sospecha política, y por lo tanto tal proposición fue inviable), y no con el insulso y dudoso toponímico local que impuso la administración de aquél entonces (1964/67), y al que hoy día sigue absurdamente recurriendo si exceptuamos la Avda. Antonio Machado y el centro Cultural Julio Cortázar. (Hace años que reclamamos el nombre de Blas de Otero, ilustre habitante que fue de este barrio, para bautizar a alguna de sus calles o rincones).
- Lo que el autor del artículo en cuestión llama sarcásticamente, sólo basándose superficialmente en su apariencia física y en las escasas y circunstanciales opiniones recogidas, "...laberinto en verso", fue realmente planificado como un sistema urbano articulado sobre espacios peatonales diversos, múltiples y cambiantes, no para enloquecer o marear a sus usuarios y visitantes, sino para darles la posibilidad de enriquecer sus habituales experiencias urbanas y hacerlos partícipes de las mismas o parecidas sensaciones que disfrutaron los históricos habitantes de las maravillosas ciudades medievales, moras y cristianas, de la península o del mediterráneo. El mismo goce sensual (el diseño de los jardines era de un nivel excepcional, igual que el acabado de los espacios públicos interiores), y la misma posibilidad de abstracción e interiorización del habitat. Todos los " ..más viejos habitantes del lugar" conocemos hasta cinco o seis recorridos distintos para llegar al mismo sitio, a veces sin cruzar ninguna calle o vía de tráfico rodado. Es lo que en su desconocimiento, el articulista llama "...cisco sin par... Tanto, que ni el mismísimo don Luis de Góngora,...habría sido tan rebuscado."
- Debe saber el Sr. Neira, que ese complejo diseño de La Ciudad de los Poetas mereció en su momento, desde la crítica especializada, la demanda emergente y los cónclaves profesionales internacionales, innumerables elogios justamente por esa "buscada" disposición de la continuidad del espacio peatonal y la propia organización plástica y constructiva de los edificios, y que innumerables artículos en órganos populares o especializados de opinión así lo avalan, lo mismo que su presentación, como ejemplo significante, al Congreso de la UIA celebrado en 1970 en Buenos Aires, o su visita por los profesionales de todo el mundo, durante el siguiente congreso celebrado en Madrid. Uno de esos artículos, publicado en la revista "Jardín y Paisaje" Nº 5, de Enero/Febrero de 1973, decía:
"Las semejanzas estriban (con una ciudad medieval), en primer lugar, en la radical separación peatón-vehículo, que al conferir mayor importancia a los espacios destinados al primero, consigue obtener situaciones espaciales que el vehículo había ido erradicando de las circunstancias urbanas a causa de su distinta movilidad. Los espacios urbanos han vuelto a ser de exclusivo uso del peatón y, por lo tanto, conformados a su propia escala de movilidad y relación."
- Por último, y como anécdota curiosa del valor "gongorino" de la articulación de los espacios urbanos y la recóndita y oscura distribución de portales, La Ciudad de los Poetas/Saconia Dehesa de la Villa, fue uno de los barrios populares preferidos para la radicación temporal de numerosos dirigentes de la izquierda política madrileña, en una época en que la lucha por las libertades democráticas obligaba a realizar numerosos "mutis por el foro". Tanto que acabó por rebautizarse como "Rojonia".
Comprenda el articulista nuestro enfado ante su interpretación publicada en "EL PAIS", cuando justamente estos días recibimos contestación negativa a las alegaciones presentadas al Nuevo Plan General de Madrid, hechas con la idea de salvar y hacer coherente lo que queda de la idea original de "La Ciudad de los Poetas", ante la intención repetida de la administración de negar o ignorar las particularidades de su concepción. Pues siguen ignorándolas y rechazándolas.
De la misma forma, esa falta de sensibilidad y conocimiento, han llevado a los problemas del nomenclator homofónico y la numeración atrabiliaria de los portales.
Un saludo, quedando a su disposición para mayores aclaraciones o informaciones.

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EN DEFENSA DE CIUDAD DE LOS POETAS
Carta al periódico EL PAIS, Madrid.
29 agosto 1996. No publicada

Estimado Sr. Director:

Mientras rastreo en la prensa el asunto "Ruinas arruinadas en la Plaza de Oriente", y me entero por la televisión del caso "Casa de la Panadería derribada en Aranjuez", recibo vía Correos contestación negativa a las alegaciones presentadas al Nuevo Plan General de Madrid en defensa del legado urbanístico de mi barrio, la "Ciudad de los Poetas", con idéntico fatal resultado: la destrucción no casual o al menos negligente de importantes legados urbanísticos y construídos del pueblo madrileño, salvando las distancias, trascendencias y valores históricos artísticos y culturales relativos, pero con la misma apariencia de desinterés, falta de puesta en valor o sensibilidad de nuestros munícipes y técnicos.
Comparto la opinión expresada estos dias por numerosos expertos, acerca de la importancia para la formación cultural y la educación histórica que significa el poder mantener "reconocibles en su espacio" los legados físicos de otros momentos culturales y sociales. En el caso de Aranjuez, la incidencia del derribo es aún más incomprensible porque expresamente la Casa de la Panadería aparecía catalogada, protegida y englobada en un perímetro definido como Casco Histórico-Artístico por el Plan General del Arq. Rafael Moneo. En el caso de los restos hallados en la Plaza de Oriente, se ha procedido a derribarlos antes de que su exacto valor pudiera ser demostrado. Pero aún así, la importancia de tales ruinas en su ubicación original, independientemente de la valoración que se está absurdamente discutiendo, es tan alta que resulta bochornosa y deplorable la actitud de prepotencia del Ayuntamiento de Madrid al hurtar al pueblo madrileño la posibilidad de su presencia en el corazón histórico de la ciudad.
Las alegaciones al NPG de Madrid, compartidas y duplicadas junto con la Asociación de Vecinos Ciudad de los Poetas/Dehesa de la Villa, explicaban y argumentaban en más de seis folios, la necesidad de mantener vivas las condiciones originales urbanísticas y constructivas de un barrio o conjunto que alcanzó en su momento una muy alta valoración cualitativa y se convirtió en modelo y paradigma de una mejor forma de vida urbana alabada en congresos de urbanismo, crítica especializada y demanda de un mercado emergente, y que aún hoy sirve como objeto de estudio y valoración. Y se reclamaban tales medidas ante la propia desidia de una administración que ha permitido, por falta de sensibilidad y conocimiento, la destrucción y minusvaloración paulatina de ese legado, reformando sin criterios la normativa, permitiendo construcciones no homologables o despreciando los principios esenciales de su concepción, y sobre todo y como consecuencia, subvirtiendo las formas de vida comunitaria inmersas en ella.
Pues bién, tales extensas argumentaciones, apoyadas en la opinión de expertos y en el sentir de la mayoría de los actuales habitantes del barrio, han merecido una contestación lamentable, resumida en tán sólo dos líneas sobreimpresas en un largo y monótono expediente burocrático:
"Se deniega la alegación por no ser compatible con las determinaciones urbanísticas establecidas por el Plan General para el área en cuestión, manteniéndose la regulación urbanística del Documento de Aprobación Inicial".

Norberto Spagnuolo Di Nunzio

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Sr. Director Diario "EL PAÍS"
Sección MADRID / Cartas
C. Miguel Yuste 40 / Madrid.

Madrid, 10 de Abril de 1997

Estimado Sr.:
A veces, la filmografía americana es corta en sus aspavientos futuristas y en las críticas caricaturescas de la realidad que nos rodea, nos imponen, o nos organiza la vida. En mi barrio se ha producido la segunda invasión de GAS NATURAL, que aún no siendo marciana va dejando similares huellas de desconcierto, ofuscación y transmutación del medio ambiente casi tan drásticas como las que se producen en ¡MARS ATTACK!. Me dicen que debería estar contento, y no sentirme aislado o menospreciado porque tal situación se haya ensoñerado últimamente de casi todas las calles de Madrid. Y lo más dificil de entender es que todo lo hacen -dicen ellos- por nuestro beneficio, por nuestro mayor confort.
Lo cierto es que en mi barrio, debajo de mi propia casa, sobre los tranquilos y cuidados paseos peatonales que hasta ahora la rodeaban, se ha iniciado el ataque feroz de este superpoderoso imperio de los servicios que trabaja por nuestro bienestar. Para calmar nuestros nervios, nuestra angustia de futuro incierto, nos han comunicado previa y elegantemente el Plan de Ataque, y se han comprometido -¡váyase a saber en qué grado!- a dejar nuestro territorio, nuestro solar propio y común, ¡igual de bonito que antes!.
Pero sabemos que no es cierto, podemos comprobar calle a calle, plaza a plaza, las cicatrices apenas disimuladas de las temibles máquinas que taladran el pavimento de hormigón, y las pocas hábiles suturas con que tratan de disimularlas los soldados menos formados y peor pagados. Pero si nos negásemos a ello, si retrasáramos su plan, nos presionan con la idea de que corremos el peligro de acabar sin combustible para nuestra cocina, sin calor para el agua de nuestros baños, sin energía para caldear nuestro hogar. Y nos sentimos impotentes porque es nuestro teórico y público defensor, nuestro consistorio municipal, el primero que nos abandona, el primero que consiente que nuestro entorno se degrade cada día más, que sea territorio disponible para las maniobras de todos los imperios de servicios que nos alegran la vida.Para que puedan observarlo, les envío las fotos de campaña.

Fdo. Norberto Spagnuolo di Nunzio
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Sr. Director Diario EL MUNDO
Sección Cartas al Director / Madrid

Madrid, 11 de abril de 2000

Informan los medios de comunicación que en el Ayuntamiento de Madrid, esperando su oportuna y necesaria licencia, hay 25.000 expedientes para acometer calas y obras en la vía pública madrileña. Cabría preguntar al Sr. Alcalde, y a sus concejales delegados en Vías Públicas, Obras y Servicios, y a los concejales presidentes de las Juntas de Distrito, si son partidarios de la destrucción de la ciudad para vivificaría y reconstruirla sin solución de continuidad, para embellecerla y mejorarla como grandes ediles, o simplemente para alegrar el espíritu y la economía de las compañías de servicios: Gas Natural, Madritel, Telefónica, Canal de Isabel II, las concesionarios de P.A.R., etc., y sus mandatarios deconstructivos, y de paso agobiar y cabrear a los ciudadanos.
Lo cierto es que nosotros, los ciudadanos, estamos hartos de que nuestros munícipes, por dejación de su responsabilidad en la concesión de licencias con las debidas garantías y resguardos, por la ausencia absoluta de supervisión y control o actuación correctora, esten permitiendo por defecto la destrucción de los entornos ambientales y construidos, públicos y privados, de los barrios periféricos. Los cuidados, controles y mejoras parecen sólo ejercerse en los distritos centrales, y sobre todo, en aquellos de categoría y representación urbana o de alto nivel económico, que son los que se vigilan y enriquecen constantemente, en ornato y cualidad de urbanización, en cuidado y limpieza. Aunque también es cierto que los castigan o "premían' con esos horribles monumentos y fuentes sin gracia, con esas plazas públicas surrealistas en el mal sentido, realizados en periclítados y aculturales "estílos".
En nuestros modestos y periféricos barrios de clase media y baja, la impunidad de los concesionarios de los llamados "servicios públicos", y sobre todo de sus, ¿constructoras?, contratadas, y aún de los responsables públicos de todo eso, es absoluta. Nuestro barrio en concreto, La Ciudad de los Poetas, vulgo Saconia-Dehesa de la Villa, por ejemplo, era en los años sesenta y setenta uno de los espacios urbanos construidos más dignos, mejor solucionados, y física y socialmente más solidarios del nuevo Madrid en crecimiento. Entre otras cosas, además de por su calidad edilicia y urbanística, porque la mayoría de las zonas libres eran de uso público, aunque el Ayuntamiento nunca asumiera esa realidad y tratara continuamente de ignorarla o boicotearla.
En la actualidad, la destrucción, el caos, la mezcla difusa de público y privatizado a la fuerza, la carencia de sentido común o respeto histórico, ha convertido a esos espacios, verdes o peatonales, a las calles y aceras, en un campo de batalla en manos de las concesionarios de servicios y de sus torpes contratas, abatidos sobre calles, aceras y plazas interiores sembrando el "estado de obras" más anárquico, destructor, chapucero y prepotente que se pueda concebir en una sociedad supuestamente desarrollada, evidenciando que ni las obras, ni sus licencias municipales, ni su seguimiento, cumplen con los mínimos requisitos de control, calidad, acabado, seguridad, respeto y preservación del patrimonio común, público o privado, histórico, actual o circunstancial, sembrando de horribles cicatrices, sin cultura ni nivel técnico, algo que en su momento fue dignamente diseñado y construido.
Son ustedes Srs. munícipes, y las compañías de servicios autorizadas, los verdaderos destructores de la ciudad periférico, por dejadez, falta de responsabilidad, no entendimiento ni respeto del legado urbanístico y edilicio, búsqueda mediocre de la rentabilidad inmediata, etc., etc. Y para colmo, ahora amenazan con más, mayores y continuas catástrofes de transustansacíón urbana para acercar -dicen y justifican- la vida moderna, la calidad de vida, el confort al ciudadano común, sin darse cuenta que eso se está "construyendo" sobre las ruinas de una estructura urbana que no se mejora, sino que se degrada día a día, que se destruye, y que, sobre todo, sus habitantes la hemos pagado ya varias veces y la seguimos pagando, cuando adquirimos nuestras viviendas primero, y a lo largo de decadas de contribución urbana, plusvalías, impuestos diversos, etc., etc., después. ¿Será que todo ese dinero lo necesitan para la mejora de los barrios centrales y representativos, de los barrios de lujo donde residen ustedes, y los propietarios de esas empresas?
La últimísima invasión destructora ha caído por manos de la empresa MADRITEL, dispuesta a ponernos en un plis plas, y a pié de puerta, la mayor teconología intercomunicativa del momento, eso sí, después de haber dejado nuestro entorno hecho un colador y relegando a la buena voluntad e inversión municipal las reparaciones a largo plazo de tal destreza deconstrucitva, que nuevamente pagaremos nosotros, los ciudadanos, a través de los impuestos corrientes.
Mientras tanto, el Ayuntamiento nos informa en plena precampaña electoral, profusa e ilustradamente, que en el distrito de Moncioa se dispone de "unos equipos de limpieza con más personal, y maquinaria de últíma generación", y todo ello para que nos alegremos, porque sólo pretenden " ... mejorar su caridad de vida y conseguir que Madrid síga estando, como hasta ahora, entre las capitales europeas con mayor caridad ambiental". Y para que nos desesperemos sin remedio, concluyen: "Por ello le solícíto su imprescindible ayuda para que síga cuídando sus calles y plazas con el mísmo interés y detalle que hasta ahora".
Llevamos veinticinco años pidiendolo, denunciándolo, exigiéndolo. Y fué en vísperas electorales, cuando han venido a visitar las ruinas con sofisticados aparatos inútiles manipulados por un enjambre de elegantes empleados vestidos de marcianos verdes con mascarilla, aterrizando hacia el atardecer, y soplando, con fría elegancia, el polvo infinito de las calles. Ya los hemos perdido de vista entre vallas y montones de esombros.

Fdo. Norberto Spagnuolo di Nunzio
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sábado, 19 de septiembre de 2009

Ante la destrucción del legado Medio ambiental del Plan Parcial Ciudad de los Poetas


AL AYUNTAMIENTO DE MADRID
A LA GERENCIA MUNICIPAL DE URBANISMO-OFICINA MUNICIPAL DEL PLAN

Frente a la sistemática y acultural destrucción del legado original medio ambiental que caracterizó el diseño urbano aportado por dicho Plan Parcial (Aprobado por Acuerdo de COPLACO nº 275 del 26/5/1965), y el propio desarrollo edificado de su Primera Fase (1967/1982), y que se viene produciendo merced a modificaciones en el planeamiento (RPGOUM 1985), y por la concesión de licencias de edificación que en nada valoran, estiman o tienen en cuenta dicho legado, el que suscribe, Don Norberto Spagnuolo di Nunzio, Diseñador Urbano y Diplomado en Ordenación del Territorio, con DNI 401.771 y residente en dicha urbanización, calle de Valderrodrigo nº 33, piso 4º, letra A del Distrito postal 28035 de Madrid, respetuosamente EXPONE la siguiente,

ALEGACION, a las propuestas contenidas en el NPG / Aprobación Inicial

1.- ANTECEDENTES:
De la MEMORIA original del PLAN PARCIAL de la CIUDAD de los POETAS (Arq. Antonio Perpiñá Sebriá. Madrid. Mayo de 1963), actualmente en el archivo correspondiente a la antigua COPLACO gestionado por la Consejería de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente de la CAM, entresacamos las propuestas programáticas estructurales que han sido la base de ese desarrollo original y del modelo medioambiental construído:
"Ideas Básicas del Plan Parcial de Ordenación Propuesto"
(Documento citado, Pag. 4)
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2º.- "Dotación de una red viaria adaptada a la topografía de los terrenos y enlazada a la red de calles perimetrales actualmente existentes".
3º.- "Organización de un sistema Urbanístico mediante unidades vecinales completas, alrededor de los centros de 1ª enseñanza y parvularios".
4º.- "Separación de la circulación de tráfico rodado con la red de peatones".
5º.- "Dotación de un sistema fundamental de zonas verdes que enlacen las distintas unidades vecinales con el centro cívico comercial."
6º.- "Organización de núcleos de edificación en ordenación de bloques abiertos formando a su vez una serie de recintos en forma de plazas y calles de poca longitud destinadas totalmente a ser pavimentadas."
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"Organización social
(Idem, Pag. 6)
"Ha constituído un motivo fundamental del desarrollo del Plan Parcial dotar a esta unidad urbanística de una organización de unidades vecinales que permitan constituír un ente vivo, con vida social completa procurando que se convierta en una comunidad, y no en una mera colectividad."
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"Ordenación de Volúmenes".
(Idem, Pág. 7)
"En la ordenación general se ha pretendido, en primer lugar diferenciar el tráfico rodado, con el sistema viario anteriormente descrito, del tráfico de peatones dentro de cada unidad vecinal; para la Ordenación de Volúmenes, se ha adoptado un sistema de edificación en doble crujía, en unidades pequeñas que en forma de greca permiten una fácil adaptación al terreno, ...."

"Se ha huído asimismo de los grandes bloques de edificios excesivamente largos, que además de no poder adaptarse al terreno tienen un aspecto excesivamente rígido y cuartelario. Se pretende una organización de carácter más humano, que aúna lo moderno de los edificios a una estructura más tradiccional de nuestras ciudades; en esta forma se consigue dar a las calles principales por una parte un aspecto urbano, a la vez que forman la separación de las unidades vecinales, y un aspecto más humano, a la red de calles interiores que a modo de plazas y recintos, con cambiantes perspectivas, forman el conjunto de las unidades vecinales."
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La concreción de estos principios en al menos diez Supermanzanas o Unidades Vecinales, integradas a su vez por catorce mancomunidades o fases pertenecientes a esa primera etapa de trece o catorce años, convirtió a nuestro barrio en un ejemplo estimulante de vida urbana comunitaria, agradable y compartida que cimentó su fama como propuesta de unidad urbanística homologable con las mejores, elogiada por la crítica especializada mundial y en los congresos de urbanistas, imitada o estudiada en los ámbitos académicos y profesionales y, sobre todo, gozada por los propios y satisfechos habitantes que la poblamos desde el comienzo.
En definitiva, lo que todos esos grupos sociales descubrimos en tal propuesta teórica y en su cuidada realización, era un medio ambiente que permitía la recuperación de una forma de vida en común perdida para el resto de la ciudad, en un entorno paisajístico privilegiado por su situación topográfica y geográfica o por el diseño y acabado correcto, lógico y cultural de las soluciones aplicadas tanto a los edificios como a los jardines y espacios libres peatonales, y todo ello adaptado a unos niveles económicos perfectamente accesibles y populares.
Pero también es cierto que tanto la práctica administrativa, como la profesional y la del propio usuario, pueden tener la memoria y la imaginación limitadas por el tiempo y las pulsiones dominantes, y terminan siendo imperfectos a la hora de poder ejercer una reflexión histórica integral y pausada, dando pié entre todos a la pérdida aparentemente irremisible de ese legado por desconocimiento, por falta de interés, por ausencia de entendimiento y rigor o por simple mecánica del estado de desarrollo del mercado de la construcción y la ausencia de pautas normativas claras.

2.- LA DESCOMPOSICION:
En 1985, la REVISION DEL PLAN GENERAL DE MADRID, propuesta, tramitada y aprobada por la mayoría de izquierda en el gobierno municipal, califica al Plan Parcial Ciudad de los Poetas dentro del
"Título Onceno. Condiciones Particulares de las zonas en el suelo urbano. Area de clase b", es decir:
"Areas de Planeamiento Diferenciado, en las que se mantiene, si bien en algunas de ellas con nuevas determinaciones o mayores precisiones, en todo o en parte, el planeamiento que ahora se revisa." (¿¡¡¡!!!?)
Y viene referenciado como "APD 9/3 Ciudad de los Poetas", con condiciones particulares remitidas a la correspondiente ficha. En esta ficha encontramos las efeumísticamente llamadas "nuevas determinaciones o mayores precisiones,"...que han venido a iniciar la descomposición medioambiental de nuestro entorno, y que son, principalmente:
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"8. DIMENSIONES DE BLOQUES.- La dimensión total del bloque o conjunto de bloques, medida en cualquier dirección, no podrá sobrepasar de 100 metros lineales..."
"13. CERRAMIENTOS.- El cerramiento de los espacios libres sólo podrá hacerse con elementos de 0,50 metros de altura máxima, autorizándose a rebasar ésta con setos vegetales o con protecciones diáfanas estéticamente admisibles."
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Con ello se permitía, por un lado, el descomponer la articulación volumétrica característica propuesta por el plan parcial original y, en segundo lugar y más grave, a privatizar el uso de los espacios libres hasta ese entonces sujetos a servidumbre pública por la misma razón de origen y por compromiso firmado en las escrituras públicas.
Esa falta de sensibilidad hacia las formas de vida urbana histórica en La Ciudad de los Poetas que hace la RPGOUM, se completa con la remisión extensa al Título IX de las Normas de la interpretación de varias de las condiciones que en dicho plan parcial eran específicas, como por ejemplo las muy determinantes respecto a los patios de parcela y patios de manzana abiertos, entendidos como "espacios libres", que es uno de los recursos espaciales, paisajísticos y vivenciales imprescindibles de aquél. (P.Ej.:Título Noveno, Parámetros y Condiciones Generales de la Edificación, Condiciones Higiénicas de los Edificios. Art. 9.7.25/1-2-3):
Merced a esos nuevos criterios y a la interpretación amplia que de ellos hacen los técnicos municipales responsables de los informes para licencias -gran parte de las mismas eran ya tramitadas por las Juntas de Distrito- y de la falta de cultura histórica y conocimiento de los aquellos respecto a la ideología urbanística y edificatoria de La Ciudad de los Poetas, a partir de 1985/86 comienzan a autorizarse cerramientos de patios mancomunados de uso público y construcción de "bloques pantalla" que distorsionan completamente las formas de vida originales, la libre circulación peatonal e incluso las condiciones de acceso y seguridad de los edificios, su estética concordante, la adecuación de los materiales, etc.
A consecuencia de ello se generan también las primeras "batallas legales" -y correspondientes personales y sociales- entre comunidades defensoras de las distintas opciones o simplemente amenazadas las unas por la limitación y peligrosidad de la reducción de accesos a las zonas interiores. En ese sentido es sintomática la lucha que mantiene la mancomunidad de la Fase 12ª, en la calle Valderromán, nos. 28 al 38, al haberse visto prácticamente prisionera de las alhambradas levantadas por sus inmediatos vecinos en el afán de privatizarse, aislarse y huír del uso común de los espacios libres. Esta situación se mantiene al cabo de casi 10 años de reclamaciones legales y a pesar de las resoluciones favorables del Ayuntamiento y del Tribunal Supremo en relación, al menos, a la liberación de los accesos.
El mejor resumen que se puede hacer respecto de esta paulatina degradación, de sus causas y sus consecuencias, lo recogemos de un breve opúsculo o trabajo de investigación publicado en 1994 por el arquitecto urbanista Jorge Togneri, catedrático de Teoría de Proyectos en la Facultad de arquitectura de La Plata/Argentina, y profesor en el curso de doctorado de la Escuela Superior de Arquitectura de Madrid.
"El espacio del Barrio de Los Poetas no ha sido concebido a partir del diseño de edificios que luego se distribuyen por el terreno de modo que los espacios vacíos sean un problema posterior.
Como Miguel Angel en su Escalera Laurenciana, los arquitectos del barrio han trabajado simultáneamente el todo, o sea el espacio interior y el espacio exterior considerados como parte de un sistema abierto; y la parte, o sea la célula de vivienda con sus problemas particulares y cuyas ubicaciones son variables y van modelando los espacios exteriores al tiempo que definen los espacios interiores."
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Los espacios exteriores estaban clasificados como lugares privados de uso público. Privados lo eran, puesto que todo debe pertenecer a alguién en este mundo, y los escribanos (notarios) redactaron los títulos de propiedad de cada vivienda ampliándolos a ciertas partes no cubiertas. Pero la intención del promotor, de los arquitectos y de los primitivos habitantes era que fueran de dominio público.
El Barrio fué cambiando de ocupantes. Sus excelentes espacios hicieron que se valorizara. Los ocupantes nuevos no pensaban como los primitivos. Los tiempos habían cambiado también y la balanza hoy se inclina hacia el sector de los privilegios, de la propiedad privada, del individualismo y de la competencia.
Entonces se desempolvaron los títulos de propiedad y los bellos espacios contínuos exteriores pasaron, en parte por ahora, a ser preferentemente espacios privados. Propiedad privada inviolable.
Así empezó a morir de tristeza el Barrio de los Poetas. Entre las alhambradas, las verjas y los candados que se ven en las fotografías (...), casi nunca hay nadie. Ahora se ven jaulas para monos en sitios que fueron concebidos como lugares para que transcurriera la vida.
La propiedad privada ha triunfado una vez más sobre la concepción social. Los hechos están a la vista."

3.- CONCLUSION.
El documento propositivo del NUEVO PLAN GENERAL en su fase de Aprobación Inicial, atribuye al conjunto del APD 9/3 la Ordenanza 3.2., ZONA DE VOLUMETRIA ESPECIFICA, GRADO 2ª. En el Art. 12.3.1/b, ...."se considera prácticamente agotado el proceso de desarrollo urbanístico,..." En las correspondientes Normas Urbanísticas, hay sólo tres artículos referenciales a este Grado 2º (Art. 12.3.10 / Pag. 334).
a) Obras en los edificios. Se regulan por las condiciones del grado 1º de esta zona.
b) Obras de demolición. Se regulan por las condiciones del grado 1º de esta zona.
c) Obras de nueva edificación. Las obras de nueva planta se regulan por las condiciones específicas del planeamiento inmediatamente anterior al presente Plan General. (Es decir el APD/9-3). Las obras de ampliación y sustitución se regulan por las condiciones del grado 1º de esta zona.
Considerando que tales proposiciones continúan ignorando y prescindiendo de la evaluación cultural y funcional de la solución original para el desarrollo urbanístico de La Ciudad de los Poetas y, por lo tanto, ahondando en la destrucción del legado derivado de su calidad medioambiental, por otra parte reconocido popular y culturalmente. Siendo, por otra parte, ese interés uno de los planteamientos fundamentales del NPG, según se expone en sus documentos y se patentiza en la exposición pública del mismo. Admitiendo que las condiciones derivadas del Plan Parcial Ciudad de los Poetas que se citan favorablemente, sólo se dan en las fases 1 a 14 correspondientes a la promoción SACONIA-DEHESA DE LA VILLA y PARQUE DE MARIA LUISA,

SOLICITAMOS:
1º Sean modificadas, en relación a lo expuesto y a los artículos señalados, las condiciones particulares remitidas al "Planeamiento inmediatamente anterior"...Ficha APD/9-3.
2º De igual forma, que se reemplace la remisión a los artículos de las Condiciones Generales de las Normas de 1985 cuya aplicación incide en la actual situación, por nuevas condiciones particulares ajustadas a las propuestas del Plan Parcial Ciudad de los Poetas.
3º Que todo ello sea fruto de un acuerdo con la AA.VV. Ciudad de los Poetas mediante el cual se podrá señalar o delimitar las zonas urbanas homogéneas desarrolladas o por desarrollar, donde dicha modificación deberá ser aplicada.
4º Que todo ello culmine en la definición de una nueva AREA DE PLANEAMIENTO ESPECIFICO Y PROTECCION MEDIOAMBIENTAL aplicable a las fases así delimitadas y en cumplimiento no agraviante de los objetivos impuestos a otras APE, que en este caso también se cumplen.

ES JUSTICIA QUE ESPERAMOS ALCANZAR EN RELACION A LAS RAZONES EXPUESTAS DE CONSERVACION DE UN BIEN URBANISTICO CULTURAL DE CARACTER MEDIOAMBIENTAL.

Madrid, 28 de Octubre de 1995
Fdo. Norberto Spagnuolo di Nunzio

s-Este compromiso, pactado como servidumbre de uso colectivo y dominio público, quedaba sujeto a la cesión de dichos espacios al ayuntamiento, a partir de un acuerdo establecido entre éste último y la empresa promotora.
.- Se cita este trabajo por ser el último realizado con carácter teórico. La lista de libros, publicaciones y artículos favorables es, por otra parte, amplísima y no sólo española.
.-Condiciones de reconocimiento para las APEs expuestas en la Información Pública.

domingo, 6 de septiembre de 2009

Algunas Notas sobre configuración del Paisaje Urbano

Saconia Dehesa de la Villa, Ciudad de los Poetas. Madrid
(Publicado en JARDIN y PAISAJE Nº 5 / Febrero 1973)

1. ACERCA DE LA INTERRELACION ESPACIO-PAISAJE, Y DEL CONCEPTO DE PAISAJE URBANO.
El espacio es el soporte natural de la configuración del paisaje, Espacio y paisaje, tanto interior cómo exterior, están íntimamente relacionados y son dependientes uno del otro. Sin espacio el paisaje es imposible de concebir, y éste define las condiciones de aquél y sus dimensiones. La unidad espacio-paisaje es, por lo tanto, indivisible.
El hombre vive biológica y socialmente rodeado de elementos, personas y hechos que constituyen un marco y un soporte; un «paisaje», activo o pasivo, de su vida. Durante el desarrollo de ella se relaciona profunda y dialécticamente con ese medio que lo envuelve y lo penetra, y que llega incluso a conformarlo, a caracterizarlo. Las dimensiones de ese «espacío-paisaje» en que se mueve el hombre varían con su propia dinámica, con sus posibilidades de desplazamiento y acción. Si la Tierra, su atmósfera y aun los astros y el espacio interplanetario constituyen el gran paisaje cósmico del hombre, su casa, sus muebles y habitaciones y su equipo doméstico forman su paisaje más accesible y cotidiano, y el que más fácilmente puede controlar y transformar.
Entre el menos conocido y primitivo y el más urbano de los paisajes actúa como nexo modificador el hombre. Sobre el primario de la Naturaleza, el hombre ha ido construyendo su propio paisaje en el camino constante por sobrevivir favorablemente. Este paisaje yuxtapuesto se convierte, según sus grados de desarrollo, en estadios del paisaje urbano, es decir, urbanizado. Encontramos, así, desde el paisaje de una zona rústica forestal al de una ciudad como Madrid, pasando por el paisaje de una explotación agrícola racionalizada, etc. Al construir este paisaje, el paisaje original ha sido muchas veces destruido, dislocando las leyes naturales sobre las que estaba conformado, a través de desmontes, terraplenes, talas forestales, desvío de cauces, etc. El paisaje transformado está, por lo tanto, representado por el que definen las grandes autopistas, como por un poste de energía sobre terreno abrupto, o por el más humilde balcón de cualquier casa.
Cuando el grado de complejidad técnica y urbana crece, más son los elementos del paisaje original reemplazados o destruidos por el paisaje construido y yuxtapuesto. Así, en el más abigarrado de los paisajes urbanos de una ciudad como Madrid, encontramos multitud de elementos que lo conforman: carteles, quioscos, indicaciones de la circulación, toldos, postes del alumbrado, edificios, parques, vehículos, árboles desperdigados, etc. En algunas ciudades, al perderse el control sobre la cantidad y calidad de los elementos que conforman su paisaje, se ha llegado a superponer abrumadoramente algunos de estos elementos sobre los otros, llegando a determinar la imagen misma de la ciudad. Este es el caso de la ciudad de Las Vegas, con sus carteles luminosos, por ejemplo.
La necesaria consideración del paisaje urbano, su relación con el paisaje original y el control y equilibrio de su complejidad son, por lo tanto, condicionantes de especial importancia, en cuanto afectan a las coordenadas emotivas y vivenciales del hombre y a su propio organismo, y deberían ser puntos de exigencia primordial en el momento de acometer cualquier obra de urbanización.
2. LA CIUDAD DE LOS POETAS
2.1. Emplazamiento y paisaje:
La Ciudad de los Poetas se encuentra al noroeste de Madrid, formando parte del límite norte de la Dehesa de la Villa. Los terrenos, en su estado original, no compartían las características paisajistas de la Dehesa, estando constituidos, en cambio, por pequeñas huertas aisladas y zonas de pastoreo, y rodeados en las proximidades por edificaciones bajas, agrupadas o aisladas, constituyendo el conjunto lo que podría agrupar bajo el rótulo de «paisaje de ciudad jardín de tipo semi rústico», características que, en parte, se mantienen en la actualidad en su alrededores. Sus horizontes paisajísticos están constituidos por las edificaciones del barrio del Pilar, por la sierra de Guadarrama y por los alrededores de la ciudad Puerta de Hierro.
El terreno se extiende principalmente por una ladera norte que presentaba unas diferencias máximas de nivel de 40 metros, definiendo dos pequeñas vaguadas.
2.2. Solución urbanística adoptada:
Sobre este terreno tanto la entidad promotora como los arquitectos entendieron que entre las premisas esenciales a tener en cuenta había que colocar en lugar preferente la de «crear un conglomerado residencial que dé lugar a la satisfacción de las mejores condiciones urbanísticas, permitiendo el desarrollo de una verdadera comunidad». Partiendo de esta premisa básica, se definió la red viaria sobre un trazado hexagonal adaptado a las curvas de nivel, lo que permitía conservar las características topográficas del terreno, evitando hacer desmontes y terraplenes. Al mismo tiempo, esta red viaria hexagonal «permitiría una visión más dinámica del conjunto urbano, aunque con zonas de visión estática a lo largo de los tramos rectos, revalorizando el sentido tradicional de la calle y dándole fisonomía propia». Sin embargo, habría que acotar aquí que esto llega a producir en el conductor cierta confusión, al sucederse cada 60/80 metros los cambios de dirección, dentro de una trama de igual valoración viaria.
Esta trama viaria hexagonal define un conjunto de unidades vecinales estructuradas siguiendo el perímetro de las calles y agrupadas alrededor de una zona escolar que debía ser el centro de la vida comunitaria de cada unidad, y que habría de producirse a través del contacto de los hijos, ya que en ellos el intercambio social y la comunicación son más libres y desprejuiciados. Los distintos centros comunitarios, amparados en grandes espacios libres arbolados, se irían conectando entre sí, enlazando interiormente y a nivel peatonal las diversas unidades vecinales, hasta llegar al gran Centro Cívico Comercíal y Religioso. En resumen, este sistema de espacios verdes y grupos escolares se extendería en forma de mancha ramificada, constituyendo el corazón cívico del conglomerado urbano y el soporte físico de la vida comunitaria.
Desgraciadamente este planteamiento, definido como esencial para la vida social de la comunidad, no ha podido, por el momento, ser llevado a la práctica, ya que ni los grupos escolares estatales funcionan como centros comunitarios ni los espacios libres que los rodean han sido suficientemente arbolados, llegándose incluso a haber colocado una valla alrededor del grupo escolar, que lo separa de la comunidad. Se ha restado así el elemento de mayor importancia en la definición del paisaje y la vida comunitaria, frustrando, por el momento, las demasiado optimistas previsiones de los proyectistas. Por el contrario, los espacios libres de menor dimensión, definidos por la edificación a manera de patios de manzana, calles y plazas, han corrido mejor suerte. Es en ellos donde alcanza su mejor definición en cuanto a paisaje urbano.
2.3. Características del sistema de espacios libres
La semejanza que muchas personas encuentran entre la configuración de los espacios de La Ciudad de los Poetas y los de una ciudad medieval se debe, sin duda, a que esto realmente figuraba entre los preceptos de los proyectistas a la, hora de plantear las soluciones urbanísticas. Esas semejanzas estriban, en primar lugar, en la radical separación peatón-vehículo, que, al conferir mayor importancia a los espacios destinados al primero, consigue obtener situaciones espaciales que el vehículo había ido erradicando de las circunstancias urbanas a causa de su distinta movilidad. Los espacios urbanos han vuelto a ser de exclusivo uso del peatón y, por lo tanto, conformados a su escala de movilidad y relación.
La particular concepción geométrico del trazado viario es otra de las características de semejanza a que hacíamos referencia, ya que su desarrollo es más orgánico que los trazados ortogonales; y, por último, habría que hacer mención a la adaptación de la edificación al trazado viario, y de forma más acusada a la similitud del proceso en el movimiento de tierras. En las ciudades medievales la carencia de recursos técnicos para afrontar el movimiento de tierras, unida a las características de las ubicaciones topográficas, basadas en las necesidades de agrupamiento defensivo, determinaban que el terreno sufriera apenas modificaciones de sus desniveles, lo que provoca esa enorme riqueza espacial de sus calles, configuradas a medida que las necesidades de vivienda y servicios lo hacían necesario, convirtiéndolas en una sorpresa continua para el peatón. En La Ciudad de los Poetas, los movimientos de tierra han sido mínimos, la topografía ha sido respetada en su totalidad, adaptándose tanto las vías de tráfico como los edificios a ella.
La definición de una trama de ordenación sujeta a la red viaria hexagonal y una tipología de bloques de viviendas con tres variantes básicas en planta, combinadas entre sí, enfrentándolos y confiriéndoles diversas alturas, van conformando automáticamente un espacio urbano en base a estos elementos. El control en su desarrollo, dentro de lo que permite mantener densidades establecidas, va determinando un espacio que se prevé en sus características principales, pero que es difícil definir y acotar exhaustivamente, recurriendo para ello a otro tipo de elementos del paisaje urbano, como son las pequeñas zonas verdes o jardines, las pérgolas, pequeños o grandes desniveles, diversos tipos de solado, farolas, acabados de la superficie, colores, etc.
La agrupación de los diferentes tipos de bloques, unidos o enfrentados, va definiendo una línea quebrada, continua o rota que constituye uno de los elementos primordiales en la configuración del paisaje urbano. Esta línea quebrada está materializada por los paramentos exteriores de las viviendas, realizados en ladrillo visto y con las ventanas enrasadas al exterior, lo que confiere levedad a la caja mural, aumentando el valor del plano vertical en la configuración del espacio, y convirtiéndolo en receptor y modificador de las incidencias de la luz y en verdadero elemento vivo, capaz de transformar los valores espaciales.
En algunos sitios las alturas necesarias para alcanzar la densidad prevista influyeron desfavorablemente en la configuración definitiva del espacio, ya que en las zonas donde la distancia entre bloques es mínima los espacios se cierran demasiado, restando asoleamiento y creando verdaderos techos espaciales demasiados próximos y pesados. Por el contrario, las mismas alturas resultan excelentes definidoras de los grandes espacios libres donde se inscriben los grupos escolares.
2.4. Análisis a través de los recorridos del peatón
La sucesión de espacios así articuladas tienen la particularidad de dirigir, quebrar o profundizar las visuales del peatón, según la dirección y temporalidad de sus recorridos, constante común también a los desplazamientos en las ciudades medievales. El peatón es conducente o conducido, a través de estos espacios sucesivos, a zonas caracterizadas de expansión, asoleamiento, reunión o recogimiento, o hacia la gran área libre que rodea la zona escolar, de la que hablábamos anteriormente. Al llegar a ella el peatón se puede desplazar siempre, a través de áreas libres, a otras unidades Vecinales, lo que convierte a estos recorridos en la tan exp,-.nsi6n y reunión del conjunto urbano, a manera de parque público. La falta de concreción y equipamiento de estos espacios actualmente hace que su utilización no sea todo lo agradable que sería de desear.
Dentro de la retícula básica de 4,20 x 4,20 metros que modula todo el conjunto, tanto en los espacios interiores como exteriores, se desarrollan los recorridos y espacios peatonales a nivel de primera planta, entrecruzándose con las ordenadas de la conformación topográfico, mantenidas en su casi totalidad, determinando una malla espacial por la que el peatón se mueve, o selecciona territorios para su actividad al aire libre. En esta retícula espacial el principal valor obtenido es la sucesión de circunstancias espaciales cambiantes, de entre las cuales el caminante puede seleccionar una gran variedad de recorridos para atravesar los mismos espacios, lo que constituye un descubrimiento continuo y un elemento diversificador de sus paseos, Estas sucesiones espaciales diversas están enlazadas entre sí y controladas por la misma modulación. Aparecen como producto de los desniveles topográficos y la resolución de accesos y aparcamientos en sótanos, situaciones en las que el peatón domina o es dominado por el espacio inmediato o periférico.
En esta sucesión espacial aparecen conexiones de una segunda variable, que es la definida por medio de pasajes transversales a los edificios, creando así un elemento de separación-uni6n entre espacios abiertos, enmarcando áreas de sombra cerrada en verano que determinan situaciones de corte y de reintegro en los espacios abiertos. Podernos así ir definiendo una tipología básica espacial en la que podemos agrupar: patios de edificación semi cerrados, con abundante o poca jardinería; calles patio con vegetación de apoyo sobre muros o jardineras perimetrales-, patios abiertos de conexión espacial, a distintos niveles y bien ajardinados; jardinería de separación y protección en planta baja frente a calles; amplias plazas secas sobre aparcamientos con jardineras y pérgolas, y abiertas hacia las grandes áreas libres; pasos de cruce bajo edificación sin vegetación; amplias áreas libres, ya referidas, etc. La paulatina incorporación a estos espacios del comercio, controlada en su extensión para evitar la masificaci6n comercial en planta baja, otorga a los espacios reseñados el elemento de color, intercambio y relación satisfactorio para su mayor riqueza de vida y usos. Debido a esta forma desperdigada de asentar el comercio, los carteles y propagandas se constituyen en elementos animadores, pero no abrumadores, por superposición competitiva.
2.5. Tratamiento de los espacios libres. Jardinería.
Todos los espacios libres descritos están, o ajardinados en las zonas que no han de ser pisadas, o solados, de manera de no dejar nunca la tierra vista, productora de polvos y barrizales. Para el solado, dispuesto según el señalado módulo de 4,2OX4,20 metros, se han utilizado losas de cemento sometido a un elemental estriado que se ejecuta con la masa recién vertida, pasando una regla. Con ello se consigue un solado económico, no resbaladizo y de agradable aspecto, En muchas zonas este tipo de solado se combina con el de losetas de piñoncillo, con el fin de matizar, corregir o acentuar características. En otras, donde se prevé, por sus dimensiones, mayor amplitud de usos y movilidad, se ha utilizado un sencillo riego asfáltico, combinado con las losas de piñoncillo, Se ha utilizado también en algunas zonas, como remate de superficies o definición de áreas, el encachado de grava gruesa, tan común en las antiguas ciudades españolas. En los sitios donde la plantación directa de vegetación ha sido imposible se han colocado jardineras de hormigón prefabricado o de uralita.
Tanto la vegetación que ha sido plantada sobre el terreno como la que se ha incorporado a las pequeñas jardineras prefabricadas, ha sido seleccionada dentro de una relativamente corta variedad de especies y tonalidades, de acuerdo a lo que la climatología rnadrileña permite, y tratando, sobre todo¡ de que sean de gran resistencia a estas condiciones y a la posible falta de riego y cuidado, circunstancias bastante frecuentes en este tipo de conjuntos urbanos.
El terreno aparece en algunas zonas cubierto por una capa de arena que permite a los niños utilizarlo libremente sin temor de estropear ninguna capa de vegetación. En este último caso se ha colocado como elemento más delicado el césped, posiblemente porque su imagen sea tan apreciada, por poco usual, en unas latitudes como las de Madrid; aunque su difícil conservación ha obligado a extremar las condicionantes del diseño y ubicación de estas pequeñas «praderas». En otras zonas se ha colocado como tapizante la hiedra, que, además, aparece volcándose sobre los muros de contención de tierras o trepando por los paramentos de las viviendas, convirtiéndose en un elemento desintegrador de la geometría constructiva.
En cuanto a los jardines que se establecen como protección de la edificación frente a las vías de tránsito rodado, y como complemento de las mismas, siguiendo el desarrollo de las aceras, se han plantado, sobre todo coníferas, como el pino piñonero de copa alta, el cedro del Atlas, y los cipreses semper vivens y arizónica, o la tuya, como árboles de arranque de copa baja.
En las pequeñas o grandes zonas ajardinadas interiores se han utilizado, en cambio, los árboles de hoja caduca, para permitir el asoleamiento en invierno y los frescos remansos de sombra en verano. Las especies más plantadas en este sentido han sido el olmo, plátano, sauce y chopo bolleana, mezclado con arbustos de masa para fondos y rincones, como el crataegus para el sol o el pitosporum para la sombra; como arbustos aislados o en pequeños grupos se ha utilizado, en cambio, la adelfa y el lauro ceraso. En menor cantidad aparecen en estas zonas arbustos de hoja caduca, como el tamarindo o el buddleia, para fondos, y el altea, o prunus, como elementos aislados.
Muchas de las especies que se ven en algunos sitios, de desarrollo ya considerable, han sido trasplantadas del mismo terreno y se encontraban en él cuando se comenzó la construcción de la Ciudad de los Poetas. Se ha conseguido con pocos elementos dar bastante riqueza a los espacios y a su complemento, utilizando la vegetación como entonador y modificador de las circunstancias ambientales.
En general, se puede decir que las soluciones, tanto constructivas como de ambientación, están inscritas dentro de una sencillez, esquematismo y carencia de redundancias muy ligadas a las tradicionales maneras de la meseta castellana. Al decir del arquitecto Fullaondo, «todo el conjunto discurre en una sorda apoteosis de uniforme prosa narrativa».
3. CONCLUSION
El conjunto de estas notas no hacen referencia a la totalidad de elementos que constituyen las variables sobre las que se asienta un organismo urbano residencial como la Ciudad de los Poetas; hemos hablado aquí solamente de lo que conforma al paisaje urbano del conjunto; para el análisis de las demás circunstancias y condiciones que hacen al conglomerado aquí tratado en parte remito al lector a la pequeña bibliografía existente al respecto.
La Ciudad de los Poetas no es aún un ejemplo acabado de organismo urbano residencial, pero muchas de las ideas aportadas, aunque no nuevas, han tenido una digna resolución práctica; pensando, sobre todo, en las circunstancias actuales que se dan en los grupos de viviendas de igual nivel económico y financiación.

Norberto Spagnuolo di Nunzio


4. BIBLIOGRAFIA
- SARQUIS, Jorge y Márquez Eulalia: Análisis de las metologías del diseño. Publicaciones del Ministerio de la Vivienda. Núm. 29. Año 1969.
- FULLAONDO, Juan Daniel: Comentarios al conjunto Dehesa de la Villa. «Arquitectura»,' núm. 129. «Nueva Forma», núm. 53. Años 1969 y 1970, respectivamente.
- PERPIÑÁ, Antonio; DE MIGUEL, Carlos, e IGLESIAS, Luis (de la memoria del proyecto): Conjunto residencial Ciudad de los Poetas. «Arquitectura», núm. 129. Septiembre 1969.

viernes, 4 de septiembre de 2009

LA VIVIENDA COMO PERSONALIZACIÓN

El caso de la Ciudad de los POETAS. Madrid
Personalizar la vivienda en la búsqueda de señas propias de identidad, es como buscar el "personalizar la vida", en contra de su integración y masificación. Casi todo el mundo busca hoy en día el definir una imagen que lo destaque o separe del resto, pero lo malo es que no lo suele hacer desde serios y profundos principios o actitudes, sino desde la búsqueda de una apariencia simple pero eficaz, inmediata, que lo diferencie del resto.
Ciudad de los Poetas, conjunto residencial de los años 60 previsto para una población cercana a los 25.000 habitantes, fue concebido todavía como un sistema global, unificado, de representación, confiando o creyendo que "la personalización" debía ser una apuesta sólo interior. Por ejemplo en el estudiado diseño del ratio modular de la estructura, que abría la posibilidad de modificación de la distribución interior, y que realmente llegó a producirse en algunos contados y excepcionales ejemplos. Pero esa personalización, debido quizás a que ahora transitamos por la era de Acuario, o que el mercado ha impuesto tal concepción de la imagen, o por otras razones múltiples que se verifican en las sociedades desarrolladas -auto afirmación, autoestima, democracia, un hombre un voto, etc.- ha trascendido el espacio propio de la vivienda. La necesidad de "demostrarse", "afirmarse", "destacarse", ha roto con sus límites y se expresa hacia el exterior, de las personas, de las viviendas, en la urbanización, en los espacios comunes o compartidos: el descansillo, la escalera, el ascensor, el portal. La imagen de cada uno de los habitantes, del grupo familiar, la de un conjunto pequeño de vecinos, la de una comunidad, trata de imponerse al resto, a la imagen de "los otros". No hay que olvidar el papel que juega en ello las imágenes que imponen los mass media, con su poderosa capacidad de convencimiento, a veces subliminal, continuada, y esta vez sí claramente masiva. TV, prensa, revistas, etc., Y aquí sí que nadie rechista, o manifiesta capacidad crítica para enfrentarse a ella.
Ciudad de los Poetas, y otros barrios, donde la dominante inicial era la obtención de una imagen marco de referencia, común, compartida, modelo resumen de una "forma profesional o cultural" de entender la forma construida como imagen plástica no diferencial, y sí de agrupación, al menos en términos estrictos. En Ciudad de los Poetas, el diseño del hábitat dominante se resolvió con tres módelos básicos, de características similares, que se confían a una serie de manipulaciones geométrico espaciales, de agregación, rotación, inversión y relocalización. Como arquetipo dominante se manejaba, por un lado, una concepción unitaria, dominante, al viejo estilo racionalista, con substratos de pensamiento unitario aglutinado, bien de raíz izquierdista o derechista. La imagen no de la gente individualizada, sino de una idea, un sistema un proyecto colectivo. A ello se sumaba también la creencia de que el momento social de entonces requería un espíritu comunitario, un ideario colectivo, la democracia, la participación, y que ello no nos hacía por fuerza iguales, pero sí parecidos, necesitados de la satisfacción de anhelos similares, integrados por las mismas necesidades y respuestas en un proceso compartido de emociones y aspiraciones, y todo ello vinculado a un cierto estándar social al que iba dirigido el producto.
Por el mismo tiempo, incluso antes, algunos arquitectos, teóricos, técnicos e incluso científicos sociales, comenzaban a preocuparse, desde espacios socio políticos más evolucionados (EE.UU. RU. y Francia, sobre todo), por encontrar soluciones arquitectónicas que permitiesen incorporar una mayor personalización a la imagen residencial de los colectivos sociales de tipo medio y medio bajo. Por el contrario, en los extremos del espectro social, eso ya era habitual por el recurso a la vivienda netamente privada, obtenida bien por capacidad económica, el chalet, la residencia, bien obligado por lo contrario, la pauperización de los recursos: la casita suburbial, la chabola. La discusión se centraba entonces en como hacer participativa, sometida a la libre expresión personalizada, la vivienda colectiva. Christopher Alexander, y Chermayeff, con sus estudios sobre la síntesis de la forma, adelantan varias de estas ideas. Viviendas que de alguna forma recurren a los procesos de auto construcción parcial vinculada a los acabados, las fachadas, los remates o detalles, etc., como a la definición de un sistema supraestructural facilitado por el mercado, tal que si se tratase de obtener modelos unifamiliares inmersos en sistemas colectivos, fluctuando entre el macro bloque subsumidor y la acumulación de adosados.
En el primer período de entreguerras, hacia los años 20, Le Corbussier desarrolla el barrio de Pessac, Francia, cerca de Burdeos, con la intención de que esa aportación personalista sea conducida por una cierta regulación tecnológica de los procesos constructivos y la división estandarizada de componentes y materiales, con soluciones intercambiables liberadas al arbitrio de los futuros propietarios y usuarios. ¿Qué se reserva aquí el arquitecto como "dios creador" de un tipo de hábitat? La ordenación de volúmenes, el diseño de una superestructura o soporte constructivo básico, que es la regulación de los procesos de cambio o alternancia de soluciones, la relación con el entorno en la vinculaciones básicas de orientación, accesos, interconexión, etc.
Esta necesidad de la expresión personal en la vivienda, necesidad a veces obsesiva de destacarse de los demás cuando se trata de permanecer dentro de un vasto conjunto ordenado de viviendas similares, ha ido creciendo desde entonces, bien por analogía con la idea popularizada de la casa unifamiliar, bien por la extensión del concepto "hágaselo usted mismo", con su respaldo en la industria de componentes y en la publicidad del mercado, bien por la intromisión en la cultura occidental, y no occidental, del modelo americano de vida. La necesidad del hombre, a veces sobre todo de la mujer, de participar activamente en la definición de su hábitat personal, ha ido creciendo a pasos agigantados en las dos últimas décadas, al mismo tiempo que va perdiendo referencias culturales sólidas, las de la tradición local o nacional, las del clima, las de los materiales constructivos, para incorporar por contagio, globalización o internacionalización las del modelo dominante en el mercado, pero sobre todo para rescatar aquellas variables que le permitan distinguirse sobre el resto, los otros, en un mundo de referencias culturales cada vez más intermezcladas.
Ciudad de los Poetas fue proyectada también con esa contradicción de intentar una imagen única pero variable, reconocible dentro de un espectro muy limitado de datos visuales, y por lo tanto confusos, por escasos. Una imagen determinante y colectiva para un mundo social y estético que poco a poco ha ido en busca de la particularidad aún a pesar de la cultura. Pero aquella propuesta, como ejercicio de poesía urbana, poesía constructiva a niveles modestos, fue excelente, incluidos los conocidos excesos plásticos discursivos y a veces anti constructivos, según opinión pública casi generalizada, y la de algunos expertos: la solución del aventanamiento, por ejemplo, con el cristal por delante, pegado al plano de fachada, y la persiana de oscurecimiento por detrás, sobre el plano interior, que sin embargo confería a la solidez del muro exterior la adecuada continuidad con alternancia de opacos y transparentes. Aún eso era, es, una apuesta poética difícil de entender en esos términos, un regalo del arquitecto diseñador, la visual integradora, sumatoria, del plano de fachada en su ritmo quebrado por la articulación de los distintos bloques, por la lectura de su combinatoria. Asunto que poca gente ha sabido apreciar, pero que la crítica ha recogido como positivo.
Esa propuesta mal entendida, pero también cargada de problemas prácticos, desencadeno una de las principales transformaciones del plano de fachada, ahora "aportada" por los habitantes: la reposición de las ventanas, de sus colores y materiales, o de la inversión del sistema técnico de oscurecimiento y protección antisolar por la introducción de persianas externas con capialzados y tambores integrados. A ello siguió pronto la "mejora y cualificación" de la imagen representativa de los portales, concentración expresiva, tarjeta de visita de la casa y sus vecinos, convirtiendo la imagen sintética, escueta y adusta de los portales y cancelas originales, de los materiales sencillos pero dignos, en vitosos cofres de guardar habitantes, revestidos de mármoles o piedras pulidas, protegidos por cancelas de aparatosos juegos de perfilería, adornada con detalles dorados, exagerando una imagen que no se corresponde con el resto del aparato constructivo, y sí con la que habitualmente es usada para la última morada del hombre rico, la de las criptas o capillas sepulcrales, o la más cercana del barrio de Salamanca.
Luego se disparó el concurso de "quien más mejor", y aparecieron los acristalamientos de ventanas y terrazas con imagen de chalet inglés, o noreuropeo, de color blanco y división en falsos paneles acristalados. Y luego llegó la apertura de huecos y ventanas donde no estaban previstos, y claramente distorsionaban la sabia alternancia y el juego de huecos y muros, y a estos siguieron los conductos y aparatos del aire acondicionado, la proliferación de las antenas parabólicas y personales, y la subsecuente extensión del cablerío externo. Con todo ello, la imagen colectiva, fluctuante y enriquecida de la fachada continua, expresión aglutinada de una vida compartida pero diferente, ha ido desapareciendo debajo de tal parafernalia de cachivaches, modelos, colores, materiales. Y vinculado a ellos, las malas formulas constructivas adosadas detrás de esa avalancha formal sacada de los catálogos de los intermediarios menores del mercado constructivo pret a porter, y de la aparición del YO habitacional con mayúsculas, asesorado por los profesionales del ramo, interesados sólo en el negocio rápido. Finalmente, se ha terminado por "chabolizar" la propiedad colectiva horizontal por esa necesidad subconsciente de la diferenciación.
La personalización de la residencia crece, y las culturas y técnicas de las que se nutre, abundantes, ajenas la mayoría de las veces, incluso procedentes de sociedades a las que no se conoce ni aprecia, se imponen por la fuerza del mercado. Lo mismo que sucede con la alimentación, la ropa, las formas de vida, la cultura.
Curiosamente, ante el caso de edificios que son publicitados y vendidos como objeto de culto, claro es que a precios caros, o cuando su reconocimiento como cosa de valor es difundido por los medios de masas, las personas adoptan cierto indicio de respeto consciente, acrecentado además en la práctica por la existencia de normas de salvaguardia para no alterar la propuesta estética y constructiva inicial. Son los edificios protegidos. De la misma forma, si nos referimos a los edificios caros, de alto estándar, situados en las zonas de mayor valor urbano de la ciudad, habitados por grupos sociales pertenecientes a los niveles altos, vemos que esos valores culturales y económicos permiten el mantenimiento sin reformas o apósitos destructores de la imagen original, la conservación del modelo, el mantenimiento o mejora cultural y técnica de sus características básicas, y por lo tanto de su valor.
Lo malo no es pues la personalización, sino un cierto entendimiento acultural de la misma, un cierto sentido o complejo de necesaria superioridad social de vecindario en desacuerdo con la realidad. Es decir, en definitiva, hacerlo desde una propuesta cultural inferior a la que produjo el edificio en cuestión, con lo que se pierde cierta imagen poética para quedarnos en la nada controvertida.
¿Tienen pues derecho, los propietarios de las viviendas englobadas en conjuntos colectivos a cambiar la imagen externa de estas actuando de forma personal e independiente?.
Pues sí y no, dependiendo de cuándo, cómo y de que forma. Queda claro por otra parte que uno de los sustanciales escollos para esta renovación o modificación personalizada de la vivienda en su imagen y tecnología externa es la baja formación de los servicios y equipos técnicos que realizan estos trabajos, normalmente pertenecientes a los sectores más débiles del mercado de la construcción, tratando de obtener el mayor beneficio con una rápida ejecución y el recurso a materiales de segunda o tercera, y que actúan o son reconocidos habitualmente, para mayor paradoja y escarnio, como "asesores cualificados" del consumidor medio.


¡A hacer Poetas!
Norberto Spagnuolo / Febrero 2004